Exprésate; nº2.

Ayer bueno, ya sabéis que eran las cabalgatas y bláblábláh. Pues salí a verlas con una amiga y joder, que recuerdos. Cuando de pequeñas nos ilusionaba tantísimo ese día, e íbamos detrás de nuestro rey preferido cogiendo caramelos, cualquier tipo de golosina, y éramos felices. Después esa noche, nos íbamos a la cama pero siempre le decíamos a nuestros padres que no teníamos sueño, y lo único que queríamos todos realmente, era poder ver a los reyes magos. ¿Curioso que nunca los viésemos, verdad? Jaja. Comí un par de caramelos o tres, ciertamente asqueada aunque con ganas de ello debido a mi mínima fuerza de voluntad. Un flash-back al pasado me recordó como años atrás, comía caramelos esa tarde, cenaba caramelos por la noche, y tachán, adivinad que desayunaba al día siguiente! (: ERA tremendamente feliz. 


Luego por la noche, una amiga -se podría decir que la mejor, aunque ella no lo sepa- me dijo de quedar y bueno, allá que fui yo a la calle. Pero como estoy a dieta, mi madre hizo que cenara primero en casa. Perfecto, cené y me piré. Estar con ella es maravilloso. Es la mejor niña que se pueda encontrar; me hace reír, me apoya en todo, como es mi vecina absolutamente siempre estamos juntas y la verdad, ya puedo tener en mi interior la peor catástrofe nunca imaginada, pero gracias a ella siempre lo olvido todo. Me ayuda a realmente ser yo, y por eso la aprecio de una manera tan grandiosa que ni se lo imagina. ¿Sabéis algo más? Es un auténtico palillo. Es preciosa, perfecta, y aunque la envidio enormemente, es mi fuente de inspiración, mis ganas de seguir adelante y ser como ella.


La noche fue perfecta porque solas nos bastamos para pasárnoslo de putísima madre, pero se pidió una pizza y sí, acabé cenando por segunda vez; esta vez dos o tres pedazos de pizza u_____u Me odio y la odio por haberme echo comer. Nada más llegar a casa tuve mil ganas de cortarme, de mandarlo todo a la mierda y encerrarme para siempre. Tardé bastante en dormirme pero bueno, eso pasó ayer y hoy, hoy simplemente es un día nuevo en el que tan solo he de resignarme.